viernes, 22 de octubre de 2010

Para Dani


Dani, cariño, 
Sabes, porque ahora estoy segura que lo sabes todo, que me cuesta mucho expresar lo que siento, casi siempre me da apuro hablar, soy más bien de las que saben escuchar…, sé que, a veces, parezco algo distante pero realmente lo que me pasa es que soy bastante tímida, intento mejorar esto pero, a mis 39 años ya he asumido ciertas cosas, se me da algo mejor escribir y quiero, aprovechando la preciosa idea que ha tenido  Cristina, decirte en voz alta algo que ya sabes porque te lo digo muchas veces en silencio: te quiero.
  Tú como los demás: tu hermana, Mª Val, Silvia, Mónica, Raúl y Oscar sois de ese grupo de personas que llevo siempre en el corazón, gente a la que quiero sin más, por la que siento un cariño especial y a la que sólo deseas, de una  forma  también especial, cosas buenas y mucha felicidad. Si todo va normal, sin problemas, puede pasar mucho tiempo sin vernos, sin hablarnos pero, Dios mío, cuando algo falla, cuando algo va mal, la preocupación y el miedo se instalan en la cabeza y en el corazón y te acompañan día a día.
  Dani, miedo y preocupación infinita es lo que sentí desde que mi madre esa tarde de mediados de septiembre del año pasado me dijo lo que te pasaba. Miedo unido a esperanza y a fe. Todo se  rompió de un golpe el 4 de febrero. Un dolor seco, profundo que te parte por dentro y que no te deja respirar. Yo siento esto Dani, cariño, lo siento todos los días y  siempre me pregunto quién soy yo, Dios mío, si yo siento este dolor… me siento pequeña, débil y profundamente triste tan solo intentar imaginarme el dolor de tus padres, de tu hermana, de tus amigos.
  Dani, cielo, dueles, dueles mucho, dueles dentro.   Yo soy creyente, me enfade mucho, mucho, muchísimo, uff muchísimo. Pero, no sé si porque realmente soy creyente o por simple cobardía o porque necesito creer que hay algo más porque de lo contrario esto es una mierda, más grande todavía..., ahora me he enganchado a otra esperanza: pienso que estás por aquí, que eres nuestro ángel, un ángel especial que cuidas sobre todo a tus padres y a tu hermana y, también, un poquito a todo el mundo que te quiere. 
  Dani cielo, si estás escuchándome quiero que tengas claro una cosa, tú no sólo eres pasado, tú siempre serás presente y futuro porque siempre, día a día: hoy y mañana estás y estarás en nuestro corazón.
 Te quiero primito guapo!
Valle

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